¿Estamos a las puertas de una nueva recesión?
Desde hace meses las portadas de los periódicos amanecen asiduamente con titulares económicos muy pesimistas que advierten de una próxima crisis, recesión o desaceleración económica. Conceptos como la curva invertida de los tipos de los bonos americanos, el repunte negativo del índice de confianza empresarial IFO, el crecimiento más lento de China, la contracción en la economía de Alemania y Reino Unido, entre otros.
Como es de esperar, las bolsas internacionales sufren los vaivenes de dichas circunstancias e indicadores y los inversores toman decisiones para salvaguardar sus inversiones. Y cierto es que la situación geopolítica no contribuye a la tranquilidad de los mercados.
Pero, ¿debemos hacer caso de estas alarmas? ¿son ciertas estas afirmaciones? ¿Está cerca una nueva crisis económica?
No lo sabemos, pero si que puedes minimizar el impacto de una crisis económica.
Una reflexión previa
Antes de intentar dar una respuesta, queremos hacer una reflexión. Los avances tecnológicos han provocado algo tan positivo como la digitalización, la masificación y la democratización de la información. Pero a su vez, debemos tener en cuenta que hay algoritmos que generan y posicionan determinado contenido y, probablemente, mucho del contenido que leemos está pensado o se nos muestra para que sea leído por nosotros. Y este hecho puede condicionar, modificar o reafirmar nuestras ideas y comportamientos, con la relevancia que esto tiene. Podemos ver ejemplos de ello en las últimas elecciones de EEUU, en el Brexit e incluso en el conflicto independentista catalán. Por este motivo, apelamos desde este blog a la responsabilidad de los medios de comunicación y personas de interés que con su altavoz mediático pueden influenciar a sus audiencias.
Nuestra opinión
Volviendo a la esencia del post, vamos a intentar dar una opinión desde la perspectiva del pequeño inversor.
En primer lugar, dudamos mucho que cualquiera de los medios que muestran este tipo de titulares sea conocedor de la realidad económica futura. Además, cuando vemos titulares u opiniones en un sentido, seguro que podremos encontrar otros tantos que lo desmienten o lo matizan.
Tus inversiones, y sobretodo si son a largo plazo, deberían estar aisladas de titulares sensacionalistas. Por supuesto que los indicadores económicos deben ser analizados, contrastados y considerados, pero normalmente ni tenemos toda la información para formarnos una opinión global ni tenemos los conocimientos suficientes para tomar una decisión adecuada. Es más, con el efecto perverso de determinados titulares y los comportamientos que provocan podría llegar a darse lo que se conoce como una profecía autocumplida.
Si todos pensamos que habrá una recesión, por prudencia no consumiremos determinados bienes o servicios. Y tras un periodo de tiempo donde mucha gente y de forma global no genera consumo, nos podemos encontrar claramente con una recesión que habremos provocado nosotros mismos con nuestro propio comportamiento.
En realidad nadie sabe si está cerca una nueva recesión o si dicha recesión tardará 2 meses o 2 años en venir. Vale, de acuerdo, para los más malpensados, quizás si hay quién lo sabe, e incluso ese o esos mismos que lo saben son los mismos que la pueden provocar. Te lo compro.
Pero, ¿y qué? Tampoco te servirá de nada pensar así. Para ser francos, tendrás las mismas subidas o caídas en tus inversiones ya que es poco probable que esa información privilegiada te llegue algún día, a tiempo. Y luego tendrías que hacerle caso, a tiempo.
Entonces, resumiendo y anotando algunos apuntes:
- En general, desconocemos si habrá recesión o no y el momento en el que supuestamente se produciría esa crisis económica.
- Los indicadores económicos son indicadores individuales que por sí solos no nos dan información global.
- Si tuviéramos acceso a todos los indicadores, necesitaríamos un equipo de analistas para poder llegar a conclusiones más o menos coherentes, y probablemente sin ninguna garantía de éxito.
- Incluso cuando hay indicadores que apuntan a una posible crisis económica, no acostumbramos a reaccionar ni a modificar nuestro estilo inversor. Lo hacemos cuando tenemos la crisis encima.
Conclusión
Entonces, parece que ni cambiamos nuestras estrategias de inversión cuando interpretamos que algo se puede estar cocinando ni sabremos con certeza si habrá o no una crisis económica.
Siendo así, lo único sensato, y siempre con la ayuda de un asesor financiero de confianza, es definir una estrategia inversora diversificada, con aportaciones periódicas, diferentes clases de activos y, a su vez, considerar diferentes tipos de inversiones. O sea, cuando veas titulares económicos pesimistas, o cuando alguien nos diga que hay una burbuja, o cuando algún gurú explique su visión de lo que está por venir, por favor, ves a tu entidad financiera y revisa que tus inversiones se ajustan a tu tolerancia al riesgo, y diversifica.
Ello nos permitirá estar tranquilos dentro de la horquilla que nos facilita nuestro perfil inversor, y salvar los altibajos del mercado. Y será así cómo podremos minimizar el impacto de un iluminado que decide iniciar una guerra comercial con China, por ejemplo.
El resto, titulares sensacionalistas, opiniones, artículos del tres al cuarto o con algún sesgo, que nos sirvan de entretenimiento y para las típicas tertulias con amigos, nada más.